1.3 Las cámaras cardíacas, las estructuras internas y los vasos sanguíneos asociados Listen

El corazón posee cuatro cámaras que se contraen, bombeando así la sangre hacia la cámara siguiente o hacia un vaso sanguíneo. Estas cámaras se dividen en dos aurículas, o atrios, y dos ventrículos. La sangre al llegar al corazón siempre entra por una aurícula, en cambio siempre sale del corazón por un ventrículo. La aurícula izquierda bombea sangre hacia el ventrículo izquierdo y la aurícula derecha hacia el ventrículo derecho.

Las aurículas son pequeñas y tienen una capa muscular fina que define el contorno de las cámaras. Los ventrículos sin embargo son relativamente grandes y poseen una pared muscular más gruesa. Además el ventrículo izquierdo tiene una pared muscular más gruesa que el derecho. Los ventrículos pueden alojar más volumen de sangre que las aurículas.

En el interior de la aurícula izquierda encontramos células musculares especializadas que se ramifican desde la aurícula derecha. Estas ramas de fibras musculares consiguen enviar impulsos eléctricos desde la aurícula derecha a la izquierda y también hacia los ventrículos. Este hecho hace que prácticamente las dos aurículas se contraigan al mismo tiempo.

Las aurículas bombean sangre hacia los ventrículos y éstos a su vez hacia los vasos sanguíneos. Sin embargo el bombeo auricular contribuye poco al llenado ventricular ya que el 60-75% de la sangre fluye directamente desde la aurícula al ventrículo hasta que éste se contraiga. Por lo tanto al contraerse las aurículas suministran el último remanente de sangre, llenándose finalmente los ventrículos.

Los ventrículos bombean sangre hacia los pulmones, en el caso del derecho, o hacia el resto del cuerpo, en el caso del izquierdo. Ésta es la razón de que la pared del ventrículo izquierdo sea mucho más gruesa y contenga muchas más fibras musculares que la del derecho. Este ventrículo izquierdo requerirá de mucha energía para generar la presión necesaria que haga que la sangre sea bombeada hacia todo el organismo, en contraste con el ventrículo derecho que sólo necesitará la presión para que la sangre recorra la corta distancia hasta los pulmones.